A menos de un mes de lo que sin duda se vislumbra como uno
de los días más importantes en la historia colombiana, las posiciones frente a
los acuerdos de Paz logrados en La Habana, entre las FARC y el Gobierno
Nacional se encuentran claramente divididas. Un SÍ o un NO, han sido
suficientes para polarizar un país que, en mi opinión, ya estaba polarizado,
solo que ahora se hizo público y cada uno desde su lugar está haciendo lo
posible para adherir gentes a cada una de las partes.
Curiosamente, el único que ha sido capaz de unir ambas
partes sin querer queriendo fue Pekerman, director de “La Sele”, quien al
alinear en la titular contra Brasil a Stefan Medina, puso la carnada perfecta
para que los del SÍ y los del NO, nos sentáramos a ver, la falta de calidad del
poste, perdón, del lateral colombiano y se escuchara al unísono el ¡NO!
Es de hecho, el único NO que apoyo y defiendo…claramente lo
defiendo mejor de lo que defiende el poste de Medina.
En verdad, me queda muy difícil entender a los que quieren que,
como país, nos neguemos la posibilidad de pensar en La Paz como una opción
viable para construir un mejor país de cara al futuro. No me voy a detener en
los detalles del acuerdo porque creo que en internet hay suficientes fuentes de
donde sacar la información. De igual manera, tampoco pienso pararme en la raya
del SÍ para tratar de convencer a aquellos de la vereda del frente.
Si nos sentamos a debatir las razones del SÍ o del NO,
posiblemente volvamos a la encrucijada a la que hemos arribado en conversaciones
casuales con allegados a la opción contraria. Así que más que un intento de
convencimiento, es una invitación. Hay que decirle SÍ a la vida, a las
oportunidades. Creo que el debate por parte y parte se ha basado en gran medida
en lo que ha pasado y por supuesto que hacer un reconocimiento a la memoria es
importante para la di-solución de los conflictos, pero debemos ir más allá y
pensar en las oportunidades que esta decisión nos puede brindar o no para el
futuro.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver” posiblemente
sea lo que pienso cuando me encuentro con esas opiniones que, cual loros
repiten los partidarios del no, en cabeza del innombrable. Así que a falta de
argumentos que los haga entrar en razón, usaré un ejemplo futbolero.
En “el mundo redondo” del fútbol, es común decir que equipo
que gana no se cambia, no se toca. Y claro, la continuidad es necesaria cuando
tenemos 11 sujetos con características distintas tratando de alcanzar la misma
meta que es hacer más goles que los otros 11. Si extrapolamos esto al momento
actual, me atrevo a decir que llevamos más de 50 años “jugando” contra las FARC
y aunque cambiamos los protagonistas, el planteo no ha sufrido mayores cambios
hasta ahora y aun estando cerca, no hemos podido encontrar la forma de anotar y
llevarnos los 3 puntos.
Cuando la técnica individual no alcanza, acudimos a la
táctica, pero en este caso, la táctica tampoco nos ha servido para derrumbar la
extrema defensa de las FARC y seguimos en tablas. Dicho esto, veamos los
acuerdos y el SÍ el próximo 2 de octubre como una táctica nueva. Al fin y al
cabo, no podemos seguir atacando(nos) por otros 50 años sin hacer un gol.
#ClaroQueSÍPapá #SiALaPaz
Créalo Mompi
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