Monday, August 1, 2011

Primíparo.

Después de mi alejamiento forzado/voluntario de la academia y tras dos años de “vida buena” como me dicen algunos, dedicados a la nunca fácil labor de embriagar a Medellín, decidí volver a estudiar, terminar alguna cosa para poder dedicarme sin remordimientos a la vida nocturna.

La idea de retomar los estudios ya venía rondando mi cabezota desde hace unos meses, así que solo era cuestión de agilizar los trámites. No podía ser en la UdeA… ya no estoy para paros. No tengo ni la paciencia, ni el tiempo, ni las ganas y seguramente ni el cupo! Hice mis averiguaciones y en la UPB podía continuar. Así lo hice, lleve mi pobrísimo historial académico, homologué 8 míseras materias y empezamos.

Este comienzo fue algo distinto. La Universidad privada tiene sus tintes, pero sobre todo, yo llegaba con los míos. Preconceptos hechos de la nada, muchas veces ciertos y otras no tanto, por lo que decidí dejar todos mis estereotipos, o algunos de ellos, afuera… Comenzar de cero. Así lo hice y ya va un mes de sorpresas.

Hay muchas cosas que son similares a mi paso por la UdeA… Venden tinto maluco, hay mucho “pseudointelectual” y si… la gente también lleva coca (comida claro está), la otra “coca” no he sido testigo. Se juega mucho cartas y hay mucha gente que vende dulces y maricaditas. El bloque de la facultad de Educación es el bloque 6 y todas mis clases, 5 en total, son en el 3er y 1er piso.
También hay muchas diferencias… los baños mantienen limpios, las paredes no están rayadas, hay sacerdotes por todas partes y en vez del che hay un letrero gigante que dice… ¿Ya encontraste a Jesús?, o algo así.


Detrás del bloque hay una manga…chévere porque es grande y tiene variado árbol que me sirve de espaldar a la hora del almuerzo, la siesta, el sudoku, el cigarrillo y la coca cola. Ya tengo árbol propio, todos los días al medio día nos encontramos, yo lo saludo pero el aún no me responde, le pego una limpiadita y asiento mis posaderas, mi libro de gramática, mi intento de maleta y mi hambre.

Cambié de proveedor de tinto…1500 doble, no sabe tanto a quemado y ya las señoras me saludan como buen cliente. Por el contrario el señor de la puerta por más que entre por allí a diario y sea posiblemente el único que lo saluda… “¿Entonces qué, jefe?”, siempre me exige que saque la liquidación de matricula que me identifica, como estudiante y como primíparo.
Aparte de los profes, soy el más viejo de las clases, incluso en los cursos de 3er y 4to semestre, soy el mayor. Todos se ríen cuando digo que me llamo YEIMS… No veo por qué. No me relaciono mas allá de las clases con nadie, salvo 2 compañeras con las que me ha tocado hacer 2 trabajos. Todas las compañeras son Sub20 y para ajustar, soy el único man. Los otros “manes”, son de 3er semestre en adelante entonces no tenemos ni una clase o excusa para hablarnos.

Como buen primíparo, soy juicioso… leo a diario, hago mis tareas y salvo la semana pasada que estuve enfermo, no he faltado a clase. Pero como mi “primiparada” es disfrazada, evito andar en manadas, si necesito algo le pregunto a un profesor o celador y el resto, sale por inercia. El bloque tiene microondas para calentar la coca y hasta dispensador de gaseosa para no tener que ir a la tienda.

Las clases son hasta chéveres, mucho para leer y mucho para aprender. De los 5 cursos me gustan 5… tengo una sexta materia, tutoría, por ahora solo me he visto con mi tutora una vez. No entiendo muy bien la metodología pero me llega un correo que me avisa cuando es nuestro próximo encuentro.

Pobre que se respete pide, entonces vivo pendiente de todos los subsidios que den, gracias a eso me gané el de fotocopias… 100 de mil al mes en copias! El que no llora...


Y si, hay muchas niñas lindas…muchas!!!


¿Vamos mamá?